En su afán de evitar la acción de la justicia, Cruz Guzmán y sus seguidores se están volviendo en contra de la sociedad, afectando la economía, que depende en buena medida de los servicios turísticos, y reprimiendo derechos ciudadanos. La detención y encarcelamiento del ex-edil era bola cantada. La percepción generalizada es que “le cayó” “La Voladora”, no solo porque se “saltó las trancas” y retó al poder ejecutivo estatal (lo que les da argumento para llamarse “perseguidos políticos”), sino porque efectivamente hay elementos probatorios de los delitos de que lo acusan.
Lo criticable en este caso es que mientras se mantuvo sumiso gozó de impunidad, y en cuanto se “salió del huacal”, le cayó la ley, que a no dudarlo bien ganada se la tiene el “Sátrapa Ch’ol” quien pensó que en el DF no lo encontrarían los judiciales, pero al parecer un “cercano” suyo le puso “el dedo” y lo trajeron en vuelo directo al “Amate”. Supongo que el procurador pensó: “Al toro hay que agarrarlo por los cuernos, y a la Rata por la cola”. Vaya usted a saber.
El caso es que su detención provocó radicalismos extremos en sus seguidores, por cierto bastante disminuidos, tal vez por la falta de financiamiento. Por la mañana, al percatarse de que el Palacio Municipal estaba resguardado por elementos armados del ejército, ya ni se animaron a llegar. Mejor se fueron directo al crucero de Playas e iniciaron un bloqueo que persistió hasta la noche y que afectó al sector turístico y de transportes de al menos 3 estados del sureste mexicano, pues las primeras horas no dejaron pasar a nadie y ya por la tarde, por 100 pesos por vehículo, daban “chance” a los viajeros de seguir su camino. Todo esto en plena temporada vacacional, en la que mayormente viajan familias enteras mexicanas y algo de turismo extranjero. La autoridad federal, ni sus luces.
Aparentemente ya tenían programado un operativo para las 10 de la noche, pero seguramente una “filtración” echó abajo los planes y los manifestantes se levantaron del crucero para venir enardecidos al Palacio Municipal, armados con palos y –por los rumores que corrían- de algo más que valor. No tomaron el palacio porque no quisieron, pues los policías municipales se replegaron y no se vio que llegaran otras fuerzas del orden.
La paisanada estaba violenta e intransigente desde la mañana en la que impidieron la cobertura de los medios en el bloqueo carretero y se pusieron agresivos con “El Negro” Estrada, al que quitaron su cámara dos veces. Leidy de la Cruz también fue hostigada. No permitieron la toma de fotos. Y ya por la noche, en los bajos de Palacio Municipal, se fueron contra este Jabonero, que tomaba video del evento, al que pretendieron rodear armados de palos con la intención de lincharlo. Pero no se les hizo. Esta es la segunda ocasión que los seguidores de “La Rata” pretenden atrapar al Jabonero simplemente porque no aceptan la crítica. Piden que respeten sus “derechos humanos”, pero ellos no son derechos ni son humanos, bajo el pretexto de que como indígenas tienen derecho a quebrantar el derecho. Al menos así se los ha permitido el gobierno, que si hubiese actuado desde antes de la elección conforme a las denuncias y las evidencias existentes sobre la corrupción imperante en el municipio, bien distinto sería el escenario político actual de la región.
Recuerdo la anécdota de un general que se quejaba con el Presidente norteamericano del director de la C.I.A.; “Mr. President, es que el director es un hijo de p….”. A lo que el Presidente le contestó: “Tiene usted razón mi general, pero recuerde que es NUESTRO hijo de p…”.
Ante los desmanes de los seguidores del sátrapa ch’ol, quienes tienen derecho a manifestarse, pero no a bloquear carreteras ni agredir periodistas, pues esos ya son delitos, los sectores productivos de Palenque, se pronunciaron de manera conjunta en un escrito dirigido al gobernador, donde le piden el restablecimiento del estado de derecho y la aplicación de la ley, al tiempo que le otorgan su total respaldo.
Palenque y la región demandan paz y tranquilidad social, pero con apego a la ley, sin “negociaciones en lo obscurito”. y es que no se puede negociar la ley y menos con quienes se conducen como delincuentes bajo el argumento de que son “perseguidos políticos”. También el gobierno estatal y los partidos políticos deberán tomar la lección de que el “pragmatismo” descarnado del que han hecho gala ya cansó a la ciudadanía, de que se debe tomar el cuenta el sentir de un pueblo para evitar que la inconformidad sea manipulada por los mercachifles de la política.
Rafa Ceballos no supo “llevar la chucha al agua” y no se esperó tanta resistencia a su carencia de arraigo. Ahora muchos aprovechan la situación para endilgarle al gobernador que se trata de una “imposición” suya, porque muchos de los cercanos colaboradores de Rafa se llenaron la boca al presumir que “Coyolito” era “el candidato del gobernador”. Cuál será finalmente la decisión que se tome para solucionar la situación de Palenque. No lo sé, pero tiene que ser una que traiga paz y tranquilidad social, que no deje en manos analfabetas el destino de un municipio, pero que tome en cuenta el sentir social para no agraviarlo. Es de esperarse que los seguidores de Cruz Guzmán sean cada vez menos en función de la falta de recursos para sus movilizaciones, aunque seguramente algunos “patrocinadores” anónimos tendrán, pero no será lo mismo. Sin embargo, la autoridad no puede sentarse a esperar que se consuman lentamente por famelismo, sino debe aplicar cuanto antes el estado de derecho.
Los partidos políticos, cada vez más desideologizados, tienen también una responsabilidad social y deberán llamar a sus militantes y actores políticos a contribuir a la paz social, pues en buena medida, por ese conculcamiento de la democracia que han hecho, con su “mapachería” y compra de votos, han provocado que los resultados electorales carezcan del crédito público y finalmente nadie sepa a ciencia cierta quién ganó y con cuántos votos reales. Se necesita transparencia y certeza, de lo contrario el campo electoral es tierra fértil de rumores e infundios que en nada contribuyen al desarrollo y estabilidad de los pueblos. El gobierno de Sabines y la federación tienen el balón en su cancha. A ellos corresponde actuar sin precipitaciones, pero sin vacilaciones. Palenque requiere retornar al respeto de las leyes e instituciones. Cruz Guzmán es un maestro en la manipulación del indígena, aparenta ser su redentor, cuando en realidad es su verdugo.
Muchos dirigentes de comunidades no se dan cuenta de que no hay reversa en el encarcelamiento del Chol. Alguien debería de explicarles, que para que las obras y los apoyos continúen, deben de dejar trabajar a la actual edil para que se dedique a gestionar los recursos necesarios, pues la dejaron en la presidencia prácticamente con una mano atrás y otra adelante.
El que Ysolina sea la nueva presidenta no es una imposición del gobernador, sino algo que prevé la ley cuando el edil deja de serlo. Es el primer regidor el que entra al relevo, así lo dice la ley, no el gobernador, además de que al votar por la planilla de Cruz Guzmán, votaron también por los regidores de Convergencia. Por eso no es válido decir ahora que “no votamos por ella”.
Nos leemos a la otra, si nos dejan ¡Abur!