Opinión y análisis político del norte-selva de Chiapas.
Por Enrique Romero.
Palenque, Chiapas.
Estimados lectores, para cuando lean esta columneja las campañas estarán llegando a sus más postreros días y a partir del jueves entraremos en una fase de reflexión en la que no escuchará de candidatos ni partidos políticos hasta llegar este domingo en que se realizará la elección. Son estos, pues, mis últimos comentarios y análisis antes de concluir las campañas y trataré, de manera sucinta, de darle la “quiniela ganadora”, es decir, de acuerdo con todo lo acontecido y el pulso diario que hemos llevado durante el seguimiento a las mismas, le diré quiénes creo que ganarán y el porqué de su triunfo, así como también algunos factores de la previsible derrota de algunos de los contendientes en esta justa electoral. Hago la aclaración de que ni tengo bolita mágica, ni se leer las cartas o el café –aunque en consumirlo no hay quien me gane- y que los nombres que integran esta quiniela son, en todo caso, mi opinión y nada más. A nadie –menos a mí- se nos tiene que olvidar que “en política no hay nada escrito” y que –como reza la frase clásica- “esto no se acaba hasta que se acaba”, y eso es el mero domingo 7 de octubre y en las urnas. Ahí y en ningún otro lugar estará la verdad.
Hecha la aclaración, para que luego nadie me demande por mentiroso, paso a compartirles mis conjeturas y el porqué de ellas, para que no piensen que me las he sacado de la manga. Habrá –con la pasión que despierta la política, muy similar a la que viven los fanáticos del fútbol- a quien lo les guste que descalifique de entrada a su “rebaño sagrado”, que no le de tratamiento de “águilas” a algunos candidatos, que a otros los ponga como “atlantes” de la política y a unos más los señale de “chivas”. Solo le pido que analice la argumentación del porqué de cada cosa y finalmente, si aún así no le parece, simplemente olvídese de lo que leyó, vote por quien usted quiera y a más tardar el día lunes verá si tenía yo razón y usted que pensó todo lo contrario estará en el “Boulevard de los Sueños Rotos”, junto con su candidato; o por el contrario, habré “regado el tepache”, y así tendré que admitirlo con la más fresca de las sonrisas, porque cuando no le juega uno a sentirse Dios, natural es admitir los errores de la naturaleza humana. Y como, al igual que Juan Sabines, no tengo candidato, ¡bienvenidos los que ganen! O sea, conmigo, ni frío ni calor.
¡Hagan sus apuestas señores!
Serio que sería bueno que, como en el fútbol, cada que hay elecciones la Lotería Nacional organizara sorteos tipo quinielas donde la gente haga sus “Pronósticos Políticos” y el que le atine a todos los candidatos ganadores de un distrito que se lleve el premio mayor, y en el caso de que haya varios afortunados mortales, que se dividan la bolsa equitativamente entre ellos. Sería una buena oportunidad de salir de pobres, al menos para quienes seguimos de cerca el acontecer político regional. Pero a falta de un sorteo oficial, reúnase con sus compadres, sus compañeros de oficina, o cualquier grupo al que usted pertenezca, junten sus centavitos, hagan una “vaquita” y por supuesto, hagan su quiniela. A ver si así le agarran gusto a esto de “la madre polaca” y dejan la indiferencia que en cada proceso electoral sale a relucir en el alto índice de abstencionismo que tenemos en Chiapas. Y es que cada vez más la gente se desencanta de la política y los políticos. Ya no generan esperanzas, ya no los vemos como los líderes que nos van a dirigir hacia nuevos y mejores destinos, sino como una caterva de oportunistas que van, sobretodo, por el erario municipal y el poder político para beneficiar a unos pocos. Así que a lo mejor, con esta iniciativa de las quinielas políticas hechas en casa –a falta de una oficial- le encuentra usted el “sabor al caldo” y sale de la inercia en la que ha estado en los últimos procesos electorales, no votando, o vendiendo el voto a los partidos prostituidores, o dejando “empeñada” la credencial de elector por unos centavos para que los “operadores políticos” (“Mapaches”, en buen castizo”) del partido contrario al que usted simpatiza se aseguren que su voto –y miles más- no llegue a la urna a favorecer al candidato del partido adversario. Si en algo ayudan las “quinielas políticas” a frenar eso, que diga misa
La “Quiniela” de Palenque.
En Palenque vamos a tener una final “de fotografía”, es decir el ganador lo será por pocos votos de diferencia sobre su más cercano adversario, lo que por otra parte nos advierte un escenario postelectoral conflictuado en el que el perdedor no va a querer reconocer su derrota de “bote pronto”, sino luego de agotar las instancias legales, y de repente ni aún así, por lo que no se sorprendan si luego alguno de los ahora candidatos nos sale con que él es el presidente “legitimo” y al que le expidan la constancia de mayoría es el “espurio”. Pero vamos a lo sustantivo: los nombres.
Reconociendo que es muy aventurado el manejar un ganador cuando la diferencia de votos será escasa, me atrevo a señalar al Sumo Candidato (Mazú) como el posible ganador de la contienda, con lo que el PRD retendría la presidencia municipal de Palenque. Puede que no sea necesariamente el más capaz, puede que se le “monten” los “enanos” encima y luego nos quejemos de ellos ante un “padre consentidor”, pero finalmente Mazú es el más carismático de los candidatos, tiene sangre ligera, cae bien, su recia figura da seguridad al campesino de que encontrará en él alguien dispuesto a solucionar sus problemas. Tiene sentido del humor y es simpático. Es capaz de reírse de sí mismo y no le tiene miedo al ridículo. Se siente a gusto con sí mismo, no se monta en un pedestal por encima del resto de los mortales y eso le ha atraído la simpatía y bienquerencia de muchos. La verdad es que la mayor parte de los palencanos no quieren una “lumbrera” en la presidencia municipal, se conforman con alguien bien intencionado que los escuche y atienda, que lleve la casa con buena administración, pero también con buen ánimo, sin rencores, sin frustraciones, sin “esqueletos en el clóset” y tenga que estar pendiente de que se vayan a salir a balcón, alguien que no haga “cacerías de brujas” para demostrar que él es más chingón.
Mazú reúne esas cualidades, no razonadas a veces por el electorado, pero que están en su subconsciente, que reconoce en cuanto las ve. El voto de la mayoría de los palencanos, sobretodo en el sector rural, más que de la razón, nace de la simpatía, del si cayó bien o es antipático el candidato. Hay una especie de instinto político en nuestra gente para detectar, por taimado que sea el político, cuando le están aventando puro “choro”, cuando le quieren dar “atole con el dedo”. Ese instinto político de nuestra gente, más el carisma bonachón de Mazú, es a lo que le apuesto para mencionarlo como el eventual ganador de la presidencia municipal. Claro que la estructura contará, y mucho, al igual que la movilización de sus operadores políticos el día de la elección, como también contarán los “apoyos” que muchos han recibido para dejarse influir sobre su voto. Todo eso estará presente el domingo y todo eso se reflejará en los resultados, pero la simpatía de Mazú será su mejor carta para ganar, como lo reflejó el viernes pasado en Bajadas Grandes donde tuvo una asistencia de más de mil personas a su acto de campaña donde subió bailando como un auténtico “Charmin”, derramando gracia y simpatía. Se ganó de entrada a la gente que festejó su buen ánimo y sus gracejadas, como se ganó a la gente de Palenque el domingo por la noche que se aventó bailando “batucada” toda la avenida Juárez hasta llegar a
Su rival más fuerte, el que le puede dar el susto, es precisamente la antítesis del Sumo Candidato. Son realmente figuras antípodas y sin embargo cada una tiene su importante capital. Me refiero a Humberto Limón, el candidato postulado por el PRI con la esperanza de recuperar la alcaldía desde que la perdiera Alfredo Cruz Guzmán, pues si bien es cierto que el candidato perdedor fue Jesús Hernández Damas –cuya soberbia le atrajo el voto de castigo de sus compañeros priístas-, el electorado a quien realmente reprobó fue a Cruz Guzmán, votando en contra de su “delfín” por el que se percibía seguiría gobernando. Humberto Limón es un candidato con la imagen de funcionario limpio y eficiente, más que político burócrata con tintes de tecnócrata, poco fácil para la sonrisa, se toma demasiado en serio y tiene pánico al ridículo, de ahí que sea más propenso a caer en él. Metódico, como si fuera alemán o japonés, carece de sentido del humor y por lo tanto de creatividad e imaginación. Considera que dibujando ante el electorado un sesudo esquema de desarrollo se ganan votos, cuando en realidad la gente se aburre y pierde interés. Sabe explicar planes técnicos con facilidad, pero como orador no sabe despertar simpatías ni esperanzas, porque siempre se percibe una distancia fijada por él mismo, El Candidato, con el pueblo.
Cuando quiere ser “populachero”, me recuerda a Santiago Creel; pareciera que se tragó una espada y anda tieso, como almidonado. Eso se refleja cuando baila, como se muestra en su sonrisa y actitud condescendiente; le falta desarrollar el contacto humano, de tú a tú, de persona a persona, no de funcionario a pueblo. Por otra parte, la desbandada que tuvo, primero en el PRI, por priístas que se sintieron relegados por un “extraño”, y luego por gente que inicialmente lo apoyó con todas las ganas y que se decepcionaron cuando se supo la composición de la planilla “del pecado original”, hizo que militantes de viejo cuño se fueran con Mazú por sentirse traicionados. Todo eso ya no le permitió crecer, aunque su capital político sigue siendo importante. Pero aún más, Alfredo Cruz Guzmán, políticamente hablando, “herido de muerte”, por el escándalo de sus problemas legales, no logrará su anhelado regreso a la presidencia municipal, pero actuará como un camikaze, abriéndole un amplio boquete de votos al navío limonero, votos que en una competencia cerrada son de gran valor para ganar. Porque a nadie más que al PRI, Cruz Guzmán le va a quitar votos, pues sus seguidores eran o son priístas y esos votos estaban dirigidos al PRI, no al PRD ni a ningún otro partido. Y, aunque no gane, quedará satisfecho con la derrota de Limón a quien culpa de orquestarle “campañas negras”, lo que si por un lado es inexacto, pues la base de la descalificación es real –la orden de aprehensión, la denuncia de los campesinos de Salto de Agua, etc.-, por otro lado, no es menos cierto que de la casa de campaña limonera salieron cientos de copias que alegremente, como bolo en bautizos, repartieron los seguidores de Limón entre la población de la orden de aprehensión y de la nota correspondiente que publiqué en Cuarto Poder, como algunos pasquinazos que ni vale la pena mencionar. Ya se sabe, el que descalifica, no califica. Con todo, si Limón pierde, tendrá una buena oportunidad de sudar la camiseta tricolor 3 años, tal vez como presidente municipal del PRI, y entonces sí, con el reconocimiento de las bases tricolores, con mayor madurez política, perfilarse como una muy buena opción para la próxima contienda electoral local. Obra en su favor que es joven…y la juventud es una enfermedad que se cura con el tiempo.
Y peleando el tercer lugar estará Ramiro Domínguez, a quien el PT le quedó chico, como chicos le quedaron el presupuesto de campaña y los recursos humanos para hacerla en grande, aunque el trabajo político que desarrolló en tan adversas condiciones deben reconocerlo Tirios y Troyanos, pues como pocos hizo de las visitas domiciliarias un “apostolado”. Podría ser que logre una regiduría plurinominal y de ahí para adelante. También está joven y tiene futuro por delante. Por su parte, Cruz Guzmán deberá dejar “reposar” su imagen, atender sus “pendientes” y buscar algún cargo en la administración estatal a la que “sirvió” con ahínco. Se lo deben. Bien haría en pasar “factura” a la “Royal House”, o en darse por bien servido con que las cosas no hayan pasado a más. Siempre vendrán tiempos mejores y la mejor “medicina” para una figura “gastada” es el tiempo.
El candidato del PAN, Francisco Meneses, también dio muestras de tener capital político, pero desafortunadamente para él, insuficiente para ganar la elección. Debe entender que la diputación la ganó en otro contexto, casi “de rebote” y que realmente poco hizo como legislador para recomendarse a él mismo con el elector. No está joven y se encuentra en un partido que no es el suyo, así que a menos que en tres años nos salga como candidato por otro partido, no le veo mayor futuro en cargos de elección popular, aunque sí, siempre le queda la opción, como dirigente social. Finalmente a mi “colega” Ángel Cañas, el “accidental” candidato del PANAL, terminada su aventura política, le recomiendo que retome la pluma y la agarre con seriedad y profesionalismo. Desde un medio de comunicación también se hace política y a veces con mayores resultados que desde un partido. Finalmente lo que la política busca es el bien común y eso desde cualquier trinchera se logra con el esfuerzo constante y honesto.
Si hay un municipio en este distrito donde se puede hablar de un claro puntero y un eventual ganador, es precisamente Catazajá. Ahí no hay que darle tanta vuelta, “Bencho” Prott Pimienta será el ganón y por amplia diferencia, seguido de el médico Álvarez Ferrer, quien hizo una buena campaña pero ante el candidato panista no fue suficiente. Jorge Álvarez tiene el cariño y respeto de la gente pero la figura de “Bencho”, martirizada por el intento de “bajada de caballo” que le quisieron dar, al no lograrlo se convirtió en figura emblemática de la población de un municipio resentido con el abandono centralista que les quiso imponer un candidato desarraigado que basaba sus esperanzas solamente en ser “cuate” del “Number One”, y, como se ve, eso es insuficiente cuando no se cuenta con el respaldo popular. Tomasito deberá regresar a la “Royal House” a servir en otra encomienda que no tenga nada que ver con cargos de elección popular. Nadie duda de su cercanía con el gobernador y, si es buen playense, deberá demostrarlo para traducir esa cercanía en programas y proyectos estatales para su solar natal. Quién quita, si así lo hiciere, que en tres años sea una opción real de triunfo en este municipio que por primera vez en su historia se vestirá de azul. Bueno será que “Bencho”, al llegar a la presidencia, marque distancia sana con su antecesor, el cual llevó una imagen de prepotencia, falta de manejo transparente de los recursos y estulticia que seguramente le marcará su desaparición de escenario político.
Así es, luego de varias administraciones panistas, todo apunta a que el pequeño municipio de
El cierre de campaña de “Cocoliso” es claro indicador de a dónde apuntan las preferencias electorales de los libertecos. Y para muestra un botón: en su cierre de campaña la asistencia de seguidores de “Cocoliso” duplicó el acto que realizó la candidata albiazul, Friné Aguilera. Del candidato perredista, homónimo de “Cocoliso”, ni hablar, no tuvo una estrategia clara de campaña y al parecer tampoco los recursos y el carisma necesario para ganar.
Salto de Agua, una moneda al aire con cara de “Kashlán”.
Si en Palenque la diferencia en resultados entre el ganador y el rival con mayor votación será escasa, en Salto de Agua el escenario previsible se repite e incluso se agudiza. Lo moderado y prudente sería que ahí me quedara y dijera, como las encuestadoras, que la diferencia es tan poca que me abstengo de señalar un ganador. Sin embargo, me aviento el tiro porque “ya le medí el agua a los camotes” y le adelanto que el prospecto ganador en ese municipio, mayoritariamente de población indígena, es un “kashlán” al que los indígenas de Salto de Agua ven como la esperanza de mejorar su vidas. Erik Gebhardt supo remontar inercias y divisiones partidistas, una CNC municipal opuesta y un edil que no lo quería de candidato. Al principio la figura de otro joven político, forjado en las filas de las “fuerzas talibanas” perredistas, Manuel “Ch’ol” Sánchez, lo opacó. Sin embargo, poco a poco Erik logró consolidar una estrategia de campaña sólida que le permitió permear entre el electorado, al punto que otras inercias comenzaron a actuar en sentido contrario pues a Manuel “Ch’ol” le empezó a afectar en algunas comunidades el que la gente lo recordara como el suplente del diputado Meneses, de quien no querían sentir ni el olor. Eso afectó a Manuel como lo afectó también el hecho de que el candidato verde, Fernando Martínez, lograra posicionarse entre buena parte del electorado como “la fórmula no oficial” de Juan Carlos López, quien coqueteó con los dos, a los dos les dijo que sí, pero no les dijo cuando, y al final el electorado se confundió y los dos perdieron confianza y credibilidad, mientras que Erik Gebhardt crecía a pasos apresurados. Hoy me arriesgo a darlo como posible ganador siguiendo la vieja fórmula de que “caballo que alcanza gana” y Erik ya tiene rato que alcanzó a Manuel “Ch’ol”. Manuel es un muchacho trabajador y preparado, tiene lealtad partidista y es un buen operador político con sensibilidad social, seguramente su carrera no termina aquí, sino será el parteaguas de otra etapa en su vida política.
La codiciada curul tiene “aroma de mujer”.
Finalmente, la diputación local no dudo en calificarla de una pelea reñidísima entre la candidata tricolor, Paty Gómez Marín, y el candidato aliancista, Juan Carlos López. La diferencia será mínima entre uno y otro y ojala haya la altura suficiente como para reconocer los resultados que habrán de emerger de las urnas el próximo domingo y aceptar con grandeza y humildad la derrota, y con generosidad política el triunfo. Nuevamente me meto “entre las patas de los caballos” al enunciar un posible ganador en una contienda tan reñida donde para los más prudentes la moneda está en el aire. Pero para mí, a mi leal saber y entender –y ahí me dirán si me apejendejo o no- la curul por Palenque tiene ya “aroma de mujer”. Paty Gómez Marín será seguramente quien gane la diputación a despecho de quienes dan como artículo de fe el que Juan Carlos López será el diputado por voluntad suprema de la “Royal House”. Y no es que Juan Carlos no tenga talento político, ni que le hayan faltado recursos para su campaña y hasta “una mano amiga” tendida para hacer del “cuate”, un Lord justo a la medida del Señor. No, Juan Carlos tiene astucia, tiene instinto político, es un “Fouché” al que le falta madurez, pero que con un poco más de tiempo dará que hablar pues las “jugadas de 3 bandas” se le dan bien. Sabe mandar, sabe usar el poder, pero le falta sencillez, no con la gente del pueblo a la que muestra “la zanahoria” para atraerlos, sino con sus mismos compañeros “circunstanciales” de partido, con sus mismos aliados a los que les ha mostrado “el garrote” –favor de no dar otra implicación a mi alegoría porque hoy ando totalmente analítico, y por lo tanto aburridor, pero solo por esta vez. Prometido- y el rostro duro de la amenaza y la prepotencia, con lo que, sin proponérselo, de sus aliados hizo adversarios que en secreto le darán voto de castigo, aunque en público pontificarán sus dones.
Con su forma de ser, Juan Carlos alejó las posibilidades de que sus amigos y aliados fueran honestos con él y le hablaran sin ambages de los errores de campaña, de la necesidad de rectificar algunas cosas. Siendo pretendido por muchos candidatos que aglutinó su coalición le dio “atole con el dedo” a todos, “regenteo” a todos, los trató como “ficheras” de votos y a la postre quedó mal con todos. Eso puede ser su perdición, pero indudablemente que la falta de arraigo es el principal factor para que no lo considere como el ganador de esta contienda, a pesar de sus varios talentos, que no dudo en reconocer. Si un candidato tricolor sin arraigo hubiese sido su adversario, en este momento estaría yo “cantando” el eventual triunfo de Juan Carlos, pero para su desgracia no fue así. Tuvo de adversaria a una candidata con arraigo, con reconocida militancia, y con “cojones”, con valor para no darse por vencida ante lo que muchos asumían como una derrota segura, debido a lo que se preveía como una elección de estado. Y para acabarla de “rechingar”, su adversario fue una mujer. Cómo hablar mal de una dama sin quedar uno peor en el proceso, como descalificar a quien muchos conocen y conocen bien. No, la verdad, más allá de las habilidades políticas de Juan Carlos, tendrá que reconocer que este no era su tiempo ni su circunstancia, que hasta mucho hizo para partir de cero y llegar a ser conocido por la inmensa mayoría de los electores. Pero ser conocido es el primer paso y para cuando dio el primero su adversaria ya llevaba 3 adelante. Juan Carlos, se que en este momento hasta mal le he de caer por andar pronosticando su derrota, pero -escribo con honestidad intelectual- tiene mucho por delante, tiene más que dar a esta zona de Chiapas a la que de una forma u otra se encuentra vinculado porque aquí está su familia, sus padres de los que debe sentirse muy orgulloso porque son ejemplo de buenos ciudadanos, de mejores vecinos, gente sencilla y trabajadora. Esa es la mejor herencia de Juan Carlos, que aunada a su inteligencia y preparación nada más requiere la madurez que dan los años para que esa buena simiente fructifique, y entonces sí, habrá un político de altura que de buen nombre a Palenque. Pero en este momento, así lo creo, las circunstancias no le son favorables. Paty está a punto de cosechar la siembra de años de trabajo político, de lucha social y de militancia continua. Este es su momento.
Raúl Martínez, el candidato a diputado por el PAN, será seguramente reconocido con una buena votación por ese trabajo intenso que desarrolló durante la campaña. Demostró que no se trata de un capricho su deseo de obtener un cargo de elección popular, sino que cuenta con auténtica vocación política y puede ser responsable en estas encomiendas. El buen resultado que logre el domingo, sin embargo insuficiente para el triunfo, seguramente le abrirá las puertas de otras oportunidades en la administración pública. Tiene todo el tiempo del mundo, y también la paciencia y fortaleza, para intentarlo otra vez.
En una semana, cuando ya tengamos los resultados de las elecciones de este domingo, podremos verificar si mi análisis estaba en lo cierto o me “oriné fuera de la bacinilla”. Si le gustan las quinielas aviéntese una contra mis pronósticos, ya sea que le baje yo un billete o que usted se emborrache a mi salud. Mientras, lo más importante, no se le olvide que usted tiene un compromiso consigo mismo, con su familia y con este generoso país: vote, vote, vote, este 7 de octubre. El “chacoteo” y el “desmadre” que me caracterizan, se los quedo debiendo para la otra. ¡Abur!