miércoles, 26 de septiembre de 2007

26 de septiembre del 2007

La Casa del Jabonero”

Opinión y análisis político del norte-selva de Chiapas.

Por Enrique Romero.

Palenque, Chiapas.

Entramos ya a la última semana de las campañas y de ahí en 3 días más tendremos las elecciones el próximo 7 de octubre. Estamos pues en la recta final en la que, por primera ocasión, sería temerario, al menos en el caso de Palenque y de igual manera por lo que respecta a la diputación local, decir que hay un puntero claro y que “este arroz ya se coció”. Estos últimos días serán estratégicos para poder sacar ventaja, sobretodo en los sectores de la población que se encuentran indecisos en cuanto a quién darán su voto, y por supuesto, para motivar a un amplio sector, particularmente en el área urbana, que tradicionalmente se abstiene de votar, a hacerlo. El que logre esta proeza tiene asegurado el triunfo y de que se puede, se puede.

El “Pole” lo logró hace 3 años y, partiendo de una candidatura casi, casi ciudadana, logró la votación más alta registrada en un proceso para obtener presidente municipal y con ello, desde un PRD que casi no lo apoyó, hacer “morder el polvo” al PRI por primera vez en la historia de este municipio. De que la actitud de su antecesor, y el gobierno que desarrolló Cruz Guzmán, contribuyeron a la debacle del Tricolor, no hay duda, pero el incremento de votantes habla de una campaña que logró cambiar inercias y aglutinar inconformidades. Hubo pues una muy buena campaña y un excelente candidato. Ya en el poder, la cosa cambió y las expectativas de algunos no se vieron satisfechas, en tanto que otros sí vieron un cambio. En estas elecciones se verá si el juicio popular le es favorable, pues siempre el desempeño de un edil de alguna manera se refleja en los resultados del candidato de su mismo partido a sucederlo, aunque la victoria o derrota es multifactorial, pero de alguna forma es parámetro de la aprobación o desaprobación que el pueblo hace del edil en turno. Al tiempo.

En estos momentos la pelea fuerte se está dando entre el candidato del PRI, Humberto Limón, y el Sumo Candidato del PRD, Mazú (también conocido como Miguel Ángel Zúñiga Urbina). La falta de un puntero claro permite incorporar al ring a un partido que ni pintaba ni daba color, el PT, gracias a que su candidato, Ramiro Domínguez, ha hecho una campaña intensa, a ras de tierra, que le ha permitido darse a conocer –partiendo de cero- y posicionarse ante el electorado. Otros candidatos que podrían ser fuertes, como Alfredo Cruz Guzmán, en Convergencia, o Francisco Meneses Méndez, por el PAN, arrastran el lastre de que su imagen ya se encuentra muy desgastada por no haber llenado las expectativas populares en los cargos de elección que han ocupado, a lo que hay que sumar, en el caso de Cruz Guzmán, el daño político que le está causando la orden de aprehensión que se libró en su contra por el presunto delito de fraude, como la denuncia de campesinos de Salto de Agua de que le vendieron unos pocos árboles de cedro y el hombre mandó a derribar 6 veces más de lo autorizado por la Semarnat, lo que a parte de constituir un abuso de confianza, es también un presunto delito ambiental del orden federal, que en caso de que se haya concretado la denuncia de los afectados podría generar problemas legales de último minuto al candidato Cruz Guzmán, al que ya le “llueve sobre mojado”. El caso de Pancho Meneses la falta de aceptación no se limita a su cuestionado desempeño como legislador, sino también al cambio de partido que efectuó para poder ser candidato. Todavía el elector es ortodoxo en materia de lealtad partidista y no es bien visto el candidato que para serlo reniega de su cuna política y se muestra oportunista al irse a otro instituto político, sobretodo diametralmente opuesto –desde el punto de vista ideológico-, para ser candidato en detrimento de la ética política y de la misma militancia del partido que lo postula, en este caso el PAN.

Así entonces la cosa estará como la cantinela infantil: “naranjas y limas, limas y limones…”, es decir, desde nuestra óptica vemos 3 donde tradicionalmente debería haber dos y de esos dos le puedo decir que Mazú se ha venido consolidando en los últimos días, por lo que al concluir la campaña podría –de continuar el ritmo- ganar por más de una nariz, aunque el hombre es más bien chato, así que podría ganar “de amplio panzazo” sobre su “agrio” rival, el cual dejó de crecer desde hace rato y solamente se ha venido manteniendo. Le ayuda al Sumo Candidato el que ha sabido sobrellevar con buen temple los “madrazos” de la campaña y con ello ha mostrado, además de sentido del humor –junto con el sentido común, el mejor de los sentidos- oficio político, lo que no puede decirse del candidato limonero que por el contrario se ha mostrado de “piel sensible” y ya rumia venganzas y ajustes de cuentas en caso de llegar al poder contra quienes lo cuestionan y critican, fuera y dentro del PRI, pues no hay que olvidar que para muchos priístas su postulación no era merecida, en función de su nula militancia y todavía se preguntan porqué fue él, y no un priísta de viejo cuño, el candidato Tricolor. Y es que no es lo mismo ser político que burócrata. El carácter vengativo de Pablo Salazar y las trapacerías maquiavélicas de Rubén Velásquez, quienes a lo largo de 6 años fueron sus “patrones”, parecen haber “moldeado” el espíritu de Humberto Limón. Si acaso llegara a ganar ojala recuerde que se gobierna para todos, hasta para los que votaron en su contra, e incluso para los que lo criticaron, pues finalmente de los impuestos de todos, aliados y adversarios, se paga a todos los que están en el ayuntamiento, incluido el munícipe. Claro, eso si gana…diría Laconio al que no le gustaba hablar de más.

Y es que esto de las “pieles sensibles” de algunos candidatos revela no solo su falta de oficio político, sino también una soberbia extraordinaria pues se auto-colocan en “nichos” a los que no debe llegar ninguna critica de ningún mortal, olvidando que los nuevos tiempos democráticos, en los que los actores políticos están sujetos al escrutinio de la opinión pública, ya llegaron –un poco retrasados, pero ya están aquí- a Palenque donde los medios eran considerados instrumentos del poder y no también actores políticos, poderes fácticos entre los que tiene que haber respeto y coordinación para el bien común y no subordinación para la consecución de intereses grupales o particulares. A principios de esta semana, por medio de un taxista del mismo sitio que el dirigente de Convergencia, me enteré de que el candidato de ese partido, Alfredo Cruz Guzmán anticipaba que, debido a la difusión que este juntapalabras ha realizado de sus yerros y problemas legales, ahora sí le iba a “partir su mandarina en gajos”. Ciertamente la amenaza no la he escuchado de boca del mismo candidato y cabe poner en duda que realmente la haya proferido; no obstante tiene visos de verosimilitud, pues no sería la primera vez que el hoy candidato ofrece a los reporteros “garrote”, como cuando a un servidor y a mi compa Juan de Dios Lastra nos lo ofreció cuando era munícipe, allá, precisamente en su oficina de la presidencia municipal, razón por la cual efectuamos la demanda correspondiente ante la hoy Fiscalía General del Estado, demanda que por cierto “duerme el sueño de los justos” y debe estar por sobreseerse. Aquí pues parece que la estrategia del “roedor” es aquella que señala que “la mejor defensa es el ataque”. Sólo que antes que “atacar” a quienes lo tienen “sitiado” con denuncias penales (y hay viene otra por un terreno), prefiere –así parece- irse contra los comunicadores que dan a conocer dichas demandas, no obstante que se le ha convocado a que de propia voz de a conocer sus argumentos y las desmienta o explique ante la opinión pública. En fin, continuamos con el ofrecimiento, sin rencores ni malquerencias, porque en política no hay “nada personal”, al menos de mi parte.

Lo que no se entiende en este México que vivimos hoy en día es que, mientras desde el Presidente de la República hasta el más humilde empleado del gobierno federal es cuestionado, criticado y hasta caricaturizado diariamente, candidatos que aún no son ni siquiera autoridades municipales o diputados locales, se pretendan excluir de este ejercicio democrático y se pongan por encima del Presidente de la República, casi, casi al nivel de los altares, donde cualquier comentario adverso es una herejía y un atrevimiento insolente por parte del triste mortal que osó hacerlo, peor si no es nativo de Palenque, como si este municipio fuera un territorio autónomo, o un país independiente, donde los mexicanos de otras partes del país requieren pasaporte y su FM3 para poder “talachear”. Son pues intocables e inatacables, pretenden también ser todopoderosos e infalibles. ¡Chale! Ni el Papa se manda esas ínfulas. ¡Aleluya a tan sacros candidatos! Y aquí sí, al que le quede la sotana… que se la ponga.

Por lo que corresponde a los otros municipios de este distrito, otra elección que va a estar muy reñida es la de Salto de Agua. Manuel “Ch’ol”, quien inició -como Limón en Palenque- con grandes expectativas, dejó de crecer y se ha mantenido con un importante grupo de votantes; sin embargo, Erik Gebhardt ha pegado el “spring” en la recta final de una manera asombrosa y en estos momentos puedo asegurarle que ya emparejó. Si las tendencias continúan, otro miembro del “clan” Gebhardt se colocará, mediante las urnas, en otro cargo público. De lo que ocurra en estos últimos días dependerá el resultado final.

Lo que no puedo dejar de comentar es la inédita situación que actualmente se está dando con la representación de Palenque ante el Congreso del Estado, o más bien la ausencia total de ésta, lo que fue observado en un comentario que envió a mi programa radiofónico “El Palencano Mañanero”, un ciudadano. Resulta que debido a que el diputado propietario, Pancho Meneses Méndez, que llegó a la curul por el PRD, dejó de asistir a las sesiones debido a que ahora es el candidato por el PAN a la alcaldía palencana y tiene que atender su campaña, como lo ha venido haciendo, con sus altas y bajas, pero finalmente dedicando todo su tiempo a éste propósito. Y por otro lado, ocurre que no se puede llamar a su suplente para que ocupe la curul debido a que el suplente, Manuel “Ch’ol”, es también candidato por el PRD a la alcaldía de Salto de Agua y –como es natural- dedica todo su tiempo a su campaña. O sea que de los dos no hicimos uno y el distrito de Palenque se encuentra sin diputado que represente sus intereses ante el Congreso del Estado. Lo peor del caso es que ni se nota esta ausencia, por lo que hay silencios más elocuentes que mil palabras. Lo que no sabemos es qué pasa con las jugosas dietas que el diputado debe recibir, más el bono de fin de trienio. ¿Las está recibiendo Meneses Méndez o se las está ahorrando la oficialía mayor del Congreso? Son como medio millón de pesos, en conjunto, que bien podrían servir para atender el bacheo de esta ciudad, para otra obra pública o de beneficio social. ¿Qué tal eso? Diría nuestro buen amigo el “Checo” Melgar.

Continuando con las contiendas municipales de este distrito, en Catazajá se puede decir que hay ya un claro puntero y que seguramente será el ganador de la contienda y ese no es otro, a despecho de la “Royal House”, que el “Bencho” Prott Pimienta. Pese a todo el apoyo “no oficial” recibido por Tomasito para que pudiera consolidar sus aspiraciones de gobernar su “pueblecito” y situarlo en las próximas elecciones de “Las 13 Maravillas hechas por el hombre”, Bencho capitalizó para aglutinar el descontento de quienes vieron la tentativa de “gandallismo” político, que no es sino otra descripción de lo que popularmente se conoce como “imposición”. Y ya ve como son los de Catazajá, poquitos pero “picositos”. El segundo lugar seguramente será para Jorge Álvarez Ferrer y Tomasito se va al fondo del barril desvencijado, como dice de la araña la popular canción de Cri-Cri “El Grillito Cantor”, al que desafortunadamente los niños de hoy ya no escuchan, pues prefieren la “musica” (¿?) duranguense. No, ahora los únicos “grillos” que se escuchan son los políticos sin oficio ni beneficio. “O tempora o mores”, decían los clásicos romanos. (Como que de vez en cuando se oye chido soltar un latinajo ¿o no?).

En La Libertad también se prevé el triunfo del PRI con su candidato José Luís “Cocoliso” Lizcano, pese a los esfuerzos “extraordinarios” del “Chilo” para, desde la presidencia municipal, apuntalar a su candidata por el PAN, la bióloga Friné, quien finalmente se diputará el segundo sitio con el otro José Luís Lizcano, el candidato del PRD. Lo malo que es que ya muchos han observado que desde que “Cocoliso” da como segura su victoria ha dado muestras de padecer del “mal de alturas”; es decir, el poder –por anticipado- lo está “mareando” y ya deja traslucir un comportamiento soberbio y autoritariocomo también se le ha señalado a su compañero Humberto Limón- que antes que augurar un feliz trienio pone a pensar a los votantes sobre la conveniencia o no de llevarlo a la silla municipal. La neta es que a los candidatos los deberían equipar sus partidos con buenas dosis de dramamine, las pastillitas que eliminan el mareo. Hay les dejo esta desinteresada propuesta.

Ya para terminar con lo de las campañas, pasemos a las que están por concluir para buscar la diputación local. Aquí se repite un escenario que no permite prever a un claro ganador entre el candidato del PRD, que va en coalición con otros partidos, y la candidata del PRI, quien además tiene en contra el operativo “voto cruzado” orquestado por algunos “limoneros”. Por un lado tenemos a un Juan Carlos que ha “demostrado” su relación con el poder y, en función de las expectativas que esto genera, tiene casi a todos los candidatos “chambeando” o “taloneando” para su causa, a efecto de que de todos junte su “vaquita” de votos que lo hagan diputado. No obstante esta operación confunde al elector y el tener muchos candidatos “colaboracionistas”, ya nada más con los que están en la coalición tiene cuatro, provoca “corto circuito” entre ellos y surge como natural la interrogante ¿finalmente con cuál de ellos ha establecido compromisos serios? O ¿No hay compromisos con nadie? Porque si es así entonces ¿qué ganancia hay en alianzas, ya sea electorales o de facto? La falta de definición ya ha causado conflicto en Salto de Agua y, en la medida que el tiempo se agota para las campañas, los candidatos a ediles querrán tener claro el panorama de cómo va a “mascar la iguana”.

Juan Carlos ha hecho una campaña intensa, no podía ser de otra forma, para darse a conocer, pero tal vez insuficiente para lograr la confianza que solamente años de trabajo político y contacto directo logran entre el electorado, sobre todo entre el indígena. Tiene a su favor el que “Los Talibanes” trabajan para su causa y ellos sí tienen el conocimiento del terreno político y la experiencia electoral necesarias para lograr resultados. En cualquier forma, que a nadie sorprenda que, en un momento dado, la preferencia electoral se decante por la candidata priísta Paty Marín, quien si por una parte no ha contado con la amplia gama de recursos que tiene a su disposición el candidato perredista, por otro lado ha efectuado una campaña cercana a la gente que ya la conoce y la reconoce como una buena opción electoral. Las visitas domiciliarias y la coordinación que ha tenido con sus compañeros candidatos a ediles le ha permitido permear en el electorado, a pesar de las evidentes desventajas de ser de un partido que no está en el poder y ser mujer. Así pues, la moneda está en el aire y este 7 de octubre se verá qué pudo más: el poder y la astucia política o el cariño de la gente y una carrera política desarrollada en el terruño donde se da la contienda. La verdad hay dos propuestas y las dos tienen puntos de convergencia y divergencia. Juan Carlos, por un lado, tiene la relación con “las alturas”, Paty con la gente del pueblo, pero ha demostrado en los hechos que puede coordinarse con cualquiera –incluso con Limón- para sacar adelante la tarea. Esto es importante, porque finalmente si llega a ser diputada tendrá la habilidad para colaborar con el ejecutivo estatal, así como quien quede como presidente municipal, sin que para ello influya el color partidista de los actores políticos de los 3 niveles de gobierno. Juan Carlos “bajaría” recursos y programas mediante sus “cuates” en el gobierno, pues entre amigos hay que ayudarse. Paty lograría lo mismo porque es lo que en justicia demanda la población de este distrito y porque no estaría peleando con autoridades distintas de sus colores partidistas, sino porque es lo justo y es lo conveniente.

Ahora bien, “Raulitro” Martínez, el candidato panista a la diputación, seguramente sacará la mayor votación que candidato albiazul a una curul haya obtenido en estas tierras, y no por el apoyo de su partido y la militancia, sino porque ha hecho un trabajo intenso en el que ha aplicado la experiencia que le han dejado otros intentos (5 con este) para hacerse de un cargo de elección popular. Obra en su favor que está joven y si en esta no se hace de la victoria, tiene futuro por delante. Lo importante es que a muchos ya les demostró que puede ser bastante alocado, y a veces hasta frívolo, pero que es capaz de desplegar un trabajo político intenso que tal vez sea premiado con un cargo en una dependencia federal.

Se me quedan varias cosas en el tintero, pero debido a que se me juntó “el lavado con el planchado”, este Jabonero tiene que concluir esta columneja de manera abrupta, pues ya mi editor amenaza con demandarme si provoco mayor atraso en la publicación de este medio, y la neta que luego no quiero andar a salto de mata porque tengo demandas en contra. El Minutero, director de este medio, humilde pero digno –el periódico, no el editor que es bien “chelero”-, es de “armas tomar” y más vale hacerle caso porque “donde manda capitán, no gobierna el Jabonero”, así que nos leemos a la otra, la última antes de las elecciones. ¡Abur!