A todos aquellos que sobrevivieron las comilonas y borracheras decembrinas, les deseo un año nuevo pleno de realizaciones personales. Se acabó la pachanga y ya hay que ponerse a trabajar. Dichosos los escolapios que hasta el día 10 regresan a la chinga de tener que aguantar profes crudos y tareas a granel. Ni pex, éntrenle con ganas al estudio si no quieren acabar de regidores, presidentes municipales o “comunicadores”.
La neta que trata uno de ser optimista para con el año que empieza pero no hay muchos elementos que nos lo permitan. Ciertamente empezamos en Chiapas con nuevas administraciones municipales, pero en varias de ellas todo cambió -al parecer- para seguir igual. “Gatopardismo”, dirían los entendidos de la política. Es el caso de Palenque, donde Carlos Morelos no negó “La Rata”, es decir “La Cruz”, de su parroquia, apenas tomando protesta. No venía al caso el “Agradecer al señor gobernador la liberación de nuestro amigo Alfredo Cruz Guzmán”, como dijo textualmente en su discurso de toma de posesión.
Que lo diga el dirigente de su partido, el PT, cabe, pero que lo diga él, cuando lo que la ciudadanía esperaba una señal de que el nuevo edil marcaría “su raya” con el enchiquerado y luego liberado político ch’ol, para tratar de dar un sello propio a su gobierno, es darle argumentos a quienes piensan que Morelos será solamente una marioneta de Cruz Guzmán para que él siga gobernando a Palenque. A saber quién le hizo el discurso, pero dudo que haya sido “Panchi” Alvarez, su síndico. Más bien parece pergeñado por el nuevo Secretario del Ayuntamiento, el “flojesor” y “porro”, Miguel Ángel Gómez Chacón, oriundo de Salto de Agua, al igual que Cruz Guzmán, y quien perdiera como candidato petista a diputado para luego encabezar los desmanes y protestas para demandar la liberación de Cruz Guzmán apostándole al desmadre y la ingobernabilidad. ¡Chulada de Secretario de Ayuntamiento! A ver si para el desempeño del cargo, donde lo recomendable es que sea un profesional en derecho, es tan bueno como para andar armando mitotes. No es lo mismo ser borracho que cantinero. Lo curioso es que ninguno de los regidores impugnó o al menos cuestionó el nombramiento.
La neta que trata uno de ser optimista para con el año que empieza pero no hay muchos elementos que nos lo permitan. Ciertamente empezamos en Chiapas con nuevas administraciones municipales, pero en varias de ellas todo cambió -al parecer- para seguir igual. “Gatopardismo”, dirían los entendidos de la política. Es el caso de Palenque, donde Carlos Morelos no negó “La Rata”, es decir “La Cruz”, de su parroquia, apenas tomando protesta. No venía al caso el “Agradecer al señor gobernador la liberación de nuestro amigo Alfredo Cruz Guzmán”, como dijo textualmente en su discurso de toma de posesión.
Que lo diga el dirigente de su partido, el PT, cabe, pero que lo diga él, cuando lo que la ciudadanía esperaba una señal de que el nuevo edil marcaría “su raya” con el enchiquerado y luego liberado político ch’ol, para tratar de dar un sello propio a su gobierno, es darle argumentos a quienes piensan que Morelos será solamente una marioneta de Cruz Guzmán para que él siga gobernando a Palenque. A saber quién le hizo el discurso, pero dudo que haya sido “Panchi” Alvarez, su síndico. Más bien parece pergeñado por el nuevo Secretario del Ayuntamiento, el “flojesor” y “porro”, Miguel Ángel Gómez Chacón, oriundo de Salto de Agua, al igual que Cruz Guzmán, y quien perdiera como candidato petista a diputado para luego encabezar los desmanes y protestas para demandar la liberación de Cruz Guzmán apostándole al desmadre y la ingobernabilidad. ¡Chulada de Secretario de Ayuntamiento! A ver si para el desempeño del cargo, donde lo recomendable es que sea un profesional en derecho, es tan bueno como para andar armando mitotes. No es lo mismo ser borracho que cantinero. Lo curioso es que ninguno de los regidores impugnó o al menos cuestionó el nombramiento.
Por cierto que Juan Carlos Cal y Mayor, el secretario estatal de turismo, quien vino a la toma de posesión de Morelos (el gran ausente fue el Peje López Obrador), retomó las palabras de Morelos y se lanzó al ruedo jurando “amor eterno” a Cruz Guzmán, de quien dijo siempre ha sido su amigo “aún en los peores momentos” (Ay mojo, Kotex). Una de dos, o Juan Carlos Cal y Mayor, quien ha hecho de Palenque el principal afán de su secretaría –y qué bueno por eso –, es un político que a todos les tira “flores y cebollazos”, como se le ha visto hacer últimamente, o el político panista desde ya anda detrás de la diputación federal por Palenque y trata de ganarse el apoyo de los grupos que podrían representarle votos, como el de El Ch’ol, que jodido y todo, sabe arrebatar elecciones y es una de las razones principales por las que logró negociar su liberación, aunque en el proceso la Procuraduría Estatal quedó mal parada, pues la salida de Cruz Guzmán da a entender que simplemente “la cagaron” mandándolo a chirona sin los elementos suficientes, o que de nada sirve que la “voladora” te la deje caer, si pacto político mata estado de derecho. En fin, “La Rata” sigue vivita y coleando, porque “lo que no mata, fortalece” ¿Verdad Maestro Yoda?
Y es que la impronta del “Roedor” permea la designación de los nuevos directores de área municipales, comenzando con el prófugo de las aulas, Gómez Chacón y terminando con Héctor Luna, nuevo director de la policía municipal, o Raúl Vera, nuevo Secretario Técnico del Consejo Municipal de Seguridad Pública, cargo que ostentaba el Flaco Luna con Cruz Guzmán, cuando Raúl “La Rana” Vera era el Secretario Municipal. Como se puede apreciar, todos ellos son funcionarios doblemente “RATIficados”. Nada más faltó “El Tiburón”, quien sigue de “huida” pues en su paso por la tesorería, con Cruz Guzmán, se llevó hasta el papel de baño –a lao mejor por si la seguía defecando-. Con decirle que a muchos trabajadores del ayuntamiento les descontaron prestamos que jamás hicieron, pero que “El Tiburón” metió hasta con firmas falsificadas. En las pasadas posadas alguien pidió el Ponche, y varios se asustaron pues creyeron que pedían que regresara El Poncho. No, el Poncho ya no regresa, al menos lo que se llevo, eso no.
Pero si no hubo retorno del Ponchis-ponchis, sí lo hubo de Raúl Alberto Álvarez Barroso en la dirección de obras públicas –que mejor se debería denominar “De asuntos religiosos, por aquello del “diezmo”-. A pesar que Álvarez Barroso fue detenido y encarcelado junto con Cruz Guzmán, y luego liberado cuando salió la Procuraduría Estatal con su jalada de que “dice mi mamá que siempre no”, a pesar de que fue exhibido como presunto delincuente y su buen nombre valió margaritas, hoy es de nuevo el director de Obras Públicas, lo que se traduce también en una “RATIficación” de Cigarroa como el constructor oficial del ayuntamiento, a pesar de que a él también le catearon y aseguraron sus oficinas. La pregunta (s) es: ¿qué no pudieron encontrar otro? ¿Porqué el mismo –ya bastante “quemado”- del trienio anterior? La lectura es que es una posición de Cruz Guzmán que tuvo que aceptar “a chaleco” Morelos ¿entonces para dónde irán los “diezmos”, para Morelos o para Cruz Guzmán? ¿O es que lo pusieron ahí para que termine de “cuadrar” lo que todavía no “cuadra” El Ch’ol de sus cuentas públicas? Porque déjeme informarle que recientemente el Organo de fiscalización entregó las observaciones a la cuenta pública del 2009 y había más de 100 millones de pesos observados ¿También con ese billete nos van a salir con que “a chuchita la bolsearon”?.
En fin, el nombramiento de Álvarez Barroso, en la sesión de cabildo, fue cuestionado por los regidores priístas y por los regidores Aliancistas, encabezados por “Coto” Lacroix, quien demandó que Álvarez Barroso entregara al cabildo una constancia de No Inhabilitación como servidor público y otra de No antecedentes penales para que procediera su nombramiento. Los regidores Aliancistas votaron en contra del nombramiento del excarcelado funcionario, y los del PRI votaron a favor, pero exigiendo sean presentados los documentos requeridos por El Coto Lacroix.
A Héctor Luna tampoco nadie lo objetó a pesar de que como Secretario Técnico del Consejo Municipal de Seguridad, durante el reinado de “Rata-Mapache”, solapó la corrupción y tropelías de “Lolo” Zetina, del que nada se ha vuelto a saber. Héctor Luna no tiene un perfil policiaco ni es licenciado en derecho, como es deseable para la titularidad de ese cargo. Ojalá y los abusos contra policías, el fijamiento de “cuotas” y el irrespeto a los derechos humanos que privaron durante el periodo en que “Lolo” fue el director de la municipal, no se repitan con Héctor Luna, a quien todavía le falta pasar por todos los exámenes, de confianza, aptitud y toxicológico, que impone la normativa federal, mismos que nunca aprobó “Lolo”. Al tiempo.
Al que nadie le puso peros, pues goza de buena imagen entre Tirios y Troyanos es al nuevo tesorero, Pedro Enrique Morales, cuyo nombramiento se considera uno de los más acertados de Morelos, y del que se espera que, como las aves, atraviese el pantano sin manchar su plumaje. Como contralor quedó Osmar Pérez Velazquez, en tanto que el “pejista” José Manuel Sánz Latournerie, fue nombrado Jefe de Compras. En SAPAM repite Moisés Gaytán Farías, quien ya estuvo al frente de ese organismo en el staff de Cruz Guzmán. Yazmin Pozo Pérez, quedó como directora de Salud municipal, en tanto que Roberto Pinto López estará al frente de Servicios Públicos Municipales, donde se dará cuenta que mantener limpia a esta ciudad no es lo mismo que barrer las calles de su comunidad. En vialidad, para variar, un taxista: Ángel José Junco López. Con que meta orden entre sus colegas es suficiente. En hacienda municipal quedó José Ismael Arcos López, en tanto que en Recursos Humanos está despachando René Figueroa de la Cruz, quien encontrará la oficina “apestando a Chivo”.
En Eventos Especiales nombraron a Cristian David Pérez Constantino, quien dejará de ser “el Terror” de los estudiantes de la secundaria federal, donde estaba como prefecto, para relevar a “Pico” Álvarez. Cristian ya fue director de turismo con Cruz Guzmán y fue de los más exigentes en el equipo de recepción de Morelos, al grado de que le contó uno a uno los clips a “Pico”, y todavía se dio tiempo de probar cada una de las teclas de la marimba para ver si sonaban bien. Otro que andaba como transformador viejo de la CFE –recalentandose a cada rato- durante la entrega-recepción fue Héctor Luna, quien a la menor provocación “echaba chispas”. Ya no se acuerdan del desmadre en que dejaron el ayuntamiento cuando se tuvieron que ir, al ser detenido Cruz Guzmán. En deportes seguirá al frente Eduardo Jaimes Galván, en tanto que también fue “RATIficado” José Mendoza Pérez como director de Asuntos Jurídicos, al igual que Alejandro Cruz Sánchez en Asuntos Religiosos. En Desarrollo Agropecuario quedó Oscar Pedro Roano Fuente, oriundo de Nueva Esperanza, en la biblioteca municipal despachará Rosa Chan Landero, en tanto que en Protección Civil entra José Javier Sherer Martínez. En la coordinación de agentes municipales se designó a Gilberto Sánchez Álvaro, en tanto que la guapa Yajaira Astudillo Gómez (hija de Paty Marín) queda al frente de turismo municipal. Finalmente, también guapa aunque con poca experiencia en la materia, queda en comunicación social Aroni Padilla Culebro, hija de Miguel Padilla, quien hasta en los peores momentos siempre reportó que “todo estaba bajo control”. También quedó con cargo Jorge Cabrera Aguilar, pero ya se me olvidó cual y me falta el nombre de otro más. A alguno de los dos les debe haber tocado suceder en la Oficialía Mayor al “Bob Esponja” de mi cuate Vladimir, quien seguramente regresará al análisis político de café, pues “así es el hule y por eso se estira”, diría el dilecto “Quimillo”. Son pocos los regidores de los que se puede esperar algo, pues los que vienen de comunidades, en tanto agarran la onda, se reducirán a ser “Las Chicas del Coro”. La “cara bonita” del cabildo, a no dudarlo, es la 2a regidora, hija del dirigente municipal petista.
En fin, estoy seguro de que todos le deseamos una gestión exitosa a Carlos Morelos, pues si le va bien a él y a su equipo le irá bien a Palenque. A ver si no le tratan de “mover el tapete” quienes se quedaron con ganas de gobernarnos. Por cierto que a “El Mono” Guizar le pasó lo que al perro de la tía Cleta, que en la primera vez que ladró le rompieron toda la jeta. Y es que a Javier se le ocurrió decir –con argumentos lógicos- que detrás de los periodicazos contra Santa Cholina, los cuales se dieron en los principales diarios estatales, seguramente estaba la mano oculta de la Sagrada Estirpe del Gran Culebrón, pues la nota realmente no tenía importancia mayor toda vez que los bonos –si es que realmente se dieron a los regidores locales- son práctica común en las administraciones de los tres niveles de gobierno y están dentro del marco legal. Lo malo que lo dijo delante del “Chema” Álvarez, quien de inmediato se rasgo las vestiduras de indignación y en menos de lo que se profiere una mentada de madre se lo pasó al costo –corregido y aumentado- a su querido padrino político. La reacción no se hizo esperar y al poco el Mono Guizar ya ocupaba espacios en columnas estatales donde de “ulero” no lo bajaban. Primera vez que decía algo cuerdo y que le va como en feria. Así es la grilla.
En cualquier forma la campañita contra Ysolina no “cuajó” en las alturas y el olor a “cebollas” no le sacó ni una lágrima, pues el gobernador reconoció que Santa Cholina hizo “milagros” al agarrar por los cuernos una administración caótica, en medio de un desmadre político, y no solo regresar a Palenque la gobernabilidad, sino incluso en hacer en 7 meses lo que otros en 3 años nada más no pudieron. Por ello, como futuro cuadro político, le enviaron un recurso especial para que no dejara adeudos con los proveedores y la CFE, a efecto de que Morelos recibiera una administración limpia, pero además ni chance de tomar vacaciones le dieron, pues al parecer este lunes –dentro de la estructura de la Secretaría General de Gobierno- queda como encargada de la gobernabilidad de los municipios de Tila, Tumbalá, Salto de Agua y Yajalón, donde estará despachando. De buena fuente se que el nombramiento vino “de mero arriba”, como diría el pastor Francisco Feria.
Para hacer más espacio a esta columneja, pues los otros municipios también merecen su “repasadita”, hasta mandé a volar otras dos caricaturas, pero ni así dio. Solo me resta decir que en Catazajá ahora sí van a tener un gobierno “de Peluche” y que en Salto de Agua está mostrando oficio político Agustín Peñate. Este lunes nuestro flamante diputado Manuel “Ch’ol” se va a reunir con la perrada informativa de Palenque, a la que le ha invitado a un desayuno. Ahí les platico qué nos dijo y qué se abstuvo de decir. Nos leemos a la otra ¡Abur!
Y es que la impronta del “Roedor” permea la designación de los nuevos directores de área municipales, comenzando con el prófugo de las aulas, Gómez Chacón y terminando con Héctor Luna, nuevo director de la policía municipal, o Raúl Vera, nuevo Secretario Técnico del Consejo Municipal de Seguridad Pública, cargo que ostentaba el Flaco Luna con Cruz Guzmán, cuando Raúl “La Rana” Vera era el Secretario Municipal. Como se puede apreciar, todos ellos son funcionarios doblemente “RATIficados”. Nada más faltó “El Tiburón”, quien sigue de “huida” pues en su paso por la tesorería, con Cruz Guzmán, se llevó hasta el papel de baño –a lao mejor por si la seguía defecando-. Con decirle que a muchos trabajadores del ayuntamiento les descontaron prestamos que jamás hicieron, pero que “El Tiburón” metió hasta con firmas falsificadas. En las pasadas posadas alguien pidió el Ponche, y varios se asustaron pues creyeron que pedían que regresara El Poncho. No, el Poncho ya no regresa, al menos lo que se llevo, eso no.
Pero si no hubo retorno del Ponchis-ponchis, sí lo hubo de Raúl Alberto Álvarez Barroso en la dirección de obras públicas –que mejor se debería denominar “De asuntos religiosos, por aquello del “diezmo”-. A pesar que Álvarez Barroso fue detenido y encarcelado junto con Cruz Guzmán, y luego liberado cuando salió la Procuraduría Estatal con su jalada de que “dice mi mamá que siempre no”, a pesar de que fue exhibido como presunto delincuente y su buen nombre valió margaritas, hoy es de nuevo el director de Obras Públicas, lo que se traduce también en una “RATIficación” de Cigarroa como el constructor oficial del ayuntamiento, a pesar de que a él también le catearon y aseguraron sus oficinas. La pregunta (s) es: ¿qué no pudieron encontrar otro? ¿Porqué el mismo –ya bastante “quemado”- del trienio anterior? La lectura es que es una posición de Cruz Guzmán que tuvo que aceptar “a chaleco” Morelos ¿entonces para dónde irán los “diezmos”, para Morelos o para Cruz Guzmán? ¿O es que lo pusieron ahí para que termine de “cuadrar” lo que todavía no “cuadra” El Ch’ol de sus cuentas públicas? Porque déjeme informarle que recientemente el Organo de fiscalización entregó las observaciones a la cuenta pública del 2009 y había más de 100 millones de pesos observados ¿También con ese billete nos van a salir con que “a chuchita la bolsearon”?.
En fin, el nombramiento de Álvarez Barroso, en la sesión de cabildo, fue cuestionado por los regidores priístas y por los regidores Aliancistas, encabezados por “Coto” Lacroix, quien demandó que Álvarez Barroso entregara al cabildo una constancia de No Inhabilitación como servidor público y otra de No antecedentes penales para que procediera su nombramiento. Los regidores Aliancistas votaron en contra del nombramiento del excarcelado funcionario, y los del PRI votaron a favor, pero exigiendo sean presentados los documentos requeridos por El Coto Lacroix.
A Héctor Luna tampoco nadie lo objetó a pesar de que como Secretario Técnico del Consejo Municipal de Seguridad, durante el reinado de “Rata-Mapache”, solapó la corrupción y tropelías de “Lolo” Zetina, del que nada se ha vuelto a saber. Héctor Luna no tiene un perfil policiaco ni es licenciado en derecho, como es deseable para la titularidad de ese cargo. Ojalá y los abusos contra policías, el fijamiento de “cuotas” y el irrespeto a los derechos humanos que privaron durante el periodo en que “Lolo” fue el director de la municipal, no se repitan con Héctor Luna, a quien todavía le falta pasar por todos los exámenes, de confianza, aptitud y toxicológico, que impone la normativa federal, mismos que nunca aprobó “Lolo”. Al tiempo.
Al que nadie le puso peros, pues goza de buena imagen entre Tirios y Troyanos es al nuevo tesorero, Pedro Enrique Morales, cuyo nombramiento se considera uno de los más acertados de Morelos, y del que se espera que, como las aves, atraviese el pantano sin manchar su plumaje. Como contralor quedó Osmar Pérez Velazquez, en tanto que el “pejista” José Manuel Sánz Latournerie, fue nombrado Jefe de Compras. En SAPAM repite Moisés Gaytán Farías, quien ya estuvo al frente de ese organismo en el staff de Cruz Guzmán. Yazmin Pozo Pérez, quedó como directora de Salud municipal, en tanto que Roberto Pinto López estará al frente de Servicios Públicos Municipales, donde se dará cuenta que mantener limpia a esta ciudad no es lo mismo que barrer las calles de su comunidad. En vialidad, para variar, un taxista: Ángel José Junco López. Con que meta orden entre sus colegas es suficiente. En hacienda municipal quedó José Ismael Arcos López, en tanto que en Recursos Humanos está despachando René Figueroa de la Cruz, quien encontrará la oficina “apestando a Chivo”.
En Eventos Especiales nombraron a Cristian David Pérez Constantino, quien dejará de ser “el Terror” de los estudiantes de la secundaria federal, donde estaba como prefecto, para relevar a “Pico” Álvarez. Cristian ya fue director de turismo con Cruz Guzmán y fue de los más exigentes en el equipo de recepción de Morelos, al grado de que le contó uno a uno los clips a “Pico”, y todavía se dio tiempo de probar cada una de las teclas de la marimba para ver si sonaban bien. Otro que andaba como transformador viejo de la CFE –recalentandose a cada rato- durante la entrega-recepción fue Héctor Luna, quien a la menor provocación “echaba chispas”. Ya no se acuerdan del desmadre en que dejaron el ayuntamiento cuando se tuvieron que ir, al ser detenido Cruz Guzmán. En deportes seguirá al frente Eduardo Jaimes Galván, en tanto que también fue “RATIficado” José Mendoza Pérez como director de Asuntos Jurídicos, al igual que Alejandro Cruz Sánchez en Asuntos Religiosos. En Desarrollo Agropecuario quedó Oscar Pedro Roano Fuente, oriundo de Nueva Esperanza, en la biblioteca municipal despachará Rosa Chan Landero, en tanto que en Protección Civil entra José Javier Sherer Martínez. En la coordinación de agentes municipales se designó a Gilberto Sánchez Álvaro, en tanto que la guapa Yajaira Astudillo Gómez (hija de Paty Marín) queda al frente de turismo municipal. Finalmente, también guapa aunque con poca experiencia en la materia, queda en comunicación social Aroni Padilla Culebro, hija de Miguel Padilla, quien hasta en los peores momentos siempre reportó que “todo estaba bajo control”. También quedó con cargo Jorge Cabrera Aguilar, pero ya se me olvidó cual y me falta el nombre de otro más. A alguno de los dos les debe haber tocado suceder en la Oficialía Mayor al “Bob Esponja” de mi cuate Vladimir, quien seguramente regresará al análisis político de café, pues “así es el hule y por eso se estira”, diría el dilecto “Quimillo”. Son pocos los regidores de los que se puede esperar algo, pues los que vienen de comunidades, en tanto agarran la onda, se reducirán a ser “Las Chicas del Coro”. La “cara bonita” del cabildo, a no dudarlo, es la 2a regidora, hija del dirigente municipal petista.
En fin, estoy seguro de que todos le deseamos una gestión exitosa a Carlos Morelos, pues si le va bien a él y a su equipo le irá bien a Palenque. A ver si no le tratan de “mover el tapete” quienes se quedaron con ganas de gobernarnos. Por cierto que a “El Mono” Guizar le pasó lo que al perro de la tía Cleta, que en la primera vez que ladró le rompieron toda la jeta. Y es que a Javier se le ocurrió decir –con argumentos lógicos- que detrás de los periodicazos contra Santa Cholina, los cuales se dieron en los principales diarios estatales, seguramente estaba la mano oculta de la Sagrada Estirpe del Gran Culebrón, pues la nota realmente no tenía importancia mayor toda vez que los bonos –si es que realmente se dieron a los regidores locales- son práctica común en las administraciones de los tres niveles de gobierno y están dentro del marco legal. Lo malo que lo dijo delante del “Chema” Álvarez, quien de inmediato se rasgo las vestiduras de indignación y en menos de lo que se profiere una mentada de madre se lo pasó al costo –corregido y aumentado- a su querido padrino político. La reacción no se hizo esperar y al poco el Mono Guizar ya ocupaba espacios en columnas estatales donde de “ulero” no lo bajaban. Primera vez que decía algo cuerdo y que le va como en feria. Así es la grilla.
En cualquier forma la campañita contra Ysolina no “cuajó” en las alturas y el olor a “cebollas” no le sacó ni una lágrima, pues el gobernador reconoció que Santa Cholina hizo “milagros” al agarrar por los cuernos una administración caótica, en medio de un desmadre político, y no solo regresar a Palenque la gobernabilidad, sino incluso en hacer en 7 meses lo que otros en 3 años nada más no pudieron. Por ello, como futuro cuadro político, le enviaron un recurso especial para que no dejara adeudos con los proveedores y la CFE, a efecto de que Morelos recibiera una administración limpia, pero además ni chance de tomar vacaciones le dieron, pues al parecer este lunes –dentro de la estructura de la Secretaría General de Gobierno- queda como encargada de la gobernabilidad de los municipios de Tila, Tumbalá, Salto de Agua y Yajalón, donde estará despachando. De buena fuente se que el nombramiento vino “de mero arriba”, como diría el pastor Francisco Feria.
Para hacer más espacio a esta columneja, pues los otros municipios también merecen su “repasadita”, hasta mandé a volar otras dos caricaturas, pero ni así dio. Solo me resta decir que en Catazajá ahora sí van a tener un gobierno “de Peluche” y que en Salto de Agua está mostrando oficio político Agustín Peñate. Este lunes nuestro flamante diputado Manuel “Ch’ol” se va a reunir con la perrada informativa de Palenque, a la que le ha invitado a un desayuno. Ahí les platico qué nos dijo y qué se abstuvo de decir. Nos leemos a la otra ¡Abur!