jueves, 29 de mayo de 2008

Columna 29 de mayo del 2008.

La Casa del Jabonero”

Opinión y análisis político del norte-selva de Chiapas.

Por Enrique Romero.

Hoy la columna viene breve, porque este es un número extra, y hay tanto que comentar que el espacio no da, por eso algunos temas importantes, como la detención de Alfredo Salgado, su linchamiento mediático pagado con recursos públicos, y la presión creciente hacia los comunicadores críticos al ayuntamiento, entre otros, serán pospuestos para la próxima, pues merecen ser tocados a profundidad y no a vuelo de pájaro. Pero el tema central que hoy nos ocupa no es menos importante, y de no ser atendido oportunamente por el actual presidente municipal de Palenque podría generar estallidos sociales que nadie desea, a nadie convienen, y mucho menos a la imagen turística de Palenque.

Alfredo Cruz Guzmán sigue sin entender que este municipio no es un feudo que se deba gobernar con la “zanahoria” o el “garrote”. Su egocentrismo y desmedida ambición no le permiten ver que se gobierna para todos y se gobierna con todos, que no puede tratar de castigar a las comunidades que no votaron por él en la pasada elección segregándolos de los programas, apoyos y obras públicas municipales, como tampoco puede oponerse, en perjuicio de las comunidades y hasta en perjuicio de su sobrevivencia política, al programa “Chiapas Solidario” del gobernador Juan Sabines, por el simple hecho de que con el esquema de ese programa el munícipe ya no tendría el control electoral que anhela para poder manipular al electorado con miras al proceso electoral federal que se avecina. Su despotismo y falta de sensibilidad política están enturbiando la paz social del municipio y podrían generar estallidos sociales, pues la inconformidad, sobretodo en el campo, ya es manifiesta y creciente. Palenque podría regresar a escenarios, aparentemente ya superados, de tomas de palacio y revueltas callejeras. “Pero qué necesidad, para qué tanto problema”, diría Juanga, si un poco de humildad, una rebanada de sentido común y cierta dosis de actitud democrática podrían llevar tranquilamente “la chucha al agua”. Sólo que hágaselo entender a un “troglodita de la política” que solo a punta de garrotazos sabe enfrentar las crisis que él mismo provoca.

La semana pasada, durante la visita que el dirigente estatal de la CNC y diputado priísta, Jorge Enrique Hernández Bielma, realizó a esta ciudad para entregar su nombramiento de coordinador distrital de esa central campesina del Tricolor a Raúl Mandujano Herrera, numerosos comisariados ejidales que asistieron al evento en la sede del PRI municipal expusieron indignados la exclusión que padecen sus comunidades de los programas y apoyos municipales por el “pecado” de pertenecer a un partido distinto al de Cruz Guzmán y –sobretodo- no haber votado por él en la pasada elección. También los comisariados se quejaron de la falta de acción de los regidores priístas en abanderar sus demandas ante la administración municipal, pues sienten que los regidores, cuando se trata de reclamar al edil el abandono en que se encuentran “hacen como que la virgen les habla”, ya sea por temor, ya por solapamiento convenenciero.

La cuestión es que están inconformes e indignados por la desatención municipal que observan en sus demandas de obras y programas, más cuando el mismo edil ha dicho a varios de ellos que “si saben contar no cuenten con él”, pues como por él no votaron, sino por Mazú, les dice que “vayan a ver a Mazú para que él les resuelva sus problemas”. Así, con sorna y “mala leche” les ha respondido el presunto político de marras cuando que su obligación constitucional es atender a todos por igual. Pero él se siente superior a las leyes y a la gente. En el fondo le sigue doliendo que la elección realmente la ganó Mazú, y que solo mediante el fraude electoral pudo repetir en la presidencia municipal. Él mejor que nadie sabe que esa es la verdad…pero debería superarla ahora que legalmente ya es munícipe, aunque con sus acciones no se legitima.

El dirigente cenecista, al responder a los reclamos de la gente, puso las cosas en perspectiva: “Tenemos un gran ejemplo de lo que es gobernar para todos, el gobierno de Juan Sabines, es un ejemplo que deben tomar todos los presidentes municipales”, y no lo dice por arrastrado, sino con conocimiento de causa, pues él –como dirigente de una central campesina, de un partido opositor- reconoce que no es sino hasta la llegada de Sabines a la gubernatura que el gobierno estatal se abrió a las organizaciones sociales como la CNC, sin distingo de colores partidistas, y comenzaron a recibir recursos y programas para atender a sus agremiados, apoyos que se siguen incrementando. “Ese ejemplo deben tomarlo todos los ayuntamientos y tomar en cuenta las necesidades de todos los campesinos”, asentó Hernández Bielma, quien señaló a las autoridades ejidales inconformes que demandará a Cruz Guzmán respeto, “no solo a los priístas, sino a todos los hombres y mujeres de este municipio”, por ello, el también presidente de la comisión de desarrollo rural no tuvo empacho en hacer un enérgico llamado al político ch’ol para que entienda que hay que cubrir las necesidades de todas las expresiones sociales del municipio. Mientras incluyamos a todos, todos estarán en paz y tranquilidad, y solamente así -Cruz Guzmán- como presidente, va a dar un buen resultado”, advirtió Hernández Bielma al munícipe palencano. No obstante, la “lluvia cayó parejo”, pues también exhortó a los regidores del PRI en Palenque, Humberto Limón, Luís Alfonso Potenciano y Alfredo Jiménez de la Cruz, “para que se apliquen y le exijan al presidente municipal que el suyo sea un gobierno equitativo”. En otras palabras para que no hagan como que “la virgen les habla”.

Un punto delicado, abordado en la reunión cenecista por los comisariados ejidales es la presión que Cruz Guzmán está ejerciendo para que las comunidades, en acuerdos de asamblea, rechacen el programa del gobernador “Chiapas Solidario”, no porque no sea un buen programa, pues al contrario garantiza más recursos a la gente, sino porque le quita de las manos a Cruz Guzmán el manejo de esos recursos y con ello la posibilidad de maniobrar electoralmente y “hacer manita de puerco” a quienes se pongan “rejegos” a sus aspiraciones de ser diputado federal. Ahí está el meollo del asunto, pero también está el peligro de oponerse al gobernador en uno de sus programas principales. A Cruz Guzmán, tan preocupado por los asuntos religiosos cuando se trata de llevar “agua a su molino”, se le olvida que “Dios es uno y hay que tener temor a Dios”. A menos que le valga sorbete reunirse con sus antepasados en el “Xibalbá” para purgar sus “pecados políticos”.

En este punto, Hernández Bielma también fue preciso y conciso: “Es obligación del ayuntamiento aportar al desarrollo del estado y a la gobernabilidad. “Chiapas Solidario” es un programa creado con muy buena intención de beneficio social para todas las comunidades. El gobierno de Sabines está haciendo bien las cosas y “Chiapas Solidario” posibilita más salud, más seguridad, más y mejor educación, más proyectos productivos, más desarrollo para el campo chiapaneco. Hago un llamado a los comisariados ejidales para que se unan al programa “Chiapas Solidario” del gobernador Sabines. Un programa al que nosotros, como una organización social de un partido de oposición, le estamos apostando”, concluyó el dirigente cenecista. Y la pregunta es ¿porqué los actores políticos del mismo PRD, el partido del Gober, o sus operadores políticos en esta región, no han hablado con tanta claridad sobre este tema como lo hace Hernández Bielma? Yo y mis preguntas impertinentes ¿Qué le vamos a hacer? Nos leemos a la otra, con más cancha, espero. ¡Abur!